martes, 26 de abril de 2011

Uruguay: "El Pacto" Un documento que no cambia nada pero ayuda a comprender

Fernández Huidobro dijo desconocer que exista un texto, pero dos coroneles lo confirmaron. El documento, que difícilmente hubiese prosperado en la época, ayuda a entender a qué nivel habían llegado esas relaciones entre ambos bandos
Por: Gabriel Pereyra, de la redacción de El Observador
Entre los militares que, de a gotas o todo junto, decidieron divulgar el documento de acuerdo al que habían arribado con los tupamaros en 1998, hay algunos que participaron directamente de aquellos contactos, que el paso de los años sumergió en el olvido pero que la anulación de la ley de Caducidad trajo al presente. Tras haber acordado con El Observador la entrega en mano de las cinco carillas, llegó a la redacción un enviado portando el sobre, quien, antes de retirarse, dejó caer un tímido y respetuoso pedido: “Tratá de que (con la publicación) el Ñato (Fernández Huidobro) no quede mal
El documento, o las bases de este “pacto” que no prosperó entre el MLN y militares de la logia Tenientes de Artigas, seguramente no habría tenido consecuencias en aquel entonces porque carecía de apoyo político en uno y otro bando, y difícilmente las tenga hoy, a 12 años de que aquel extraño maridaje tomara estado público.

Pero el contenido del texto puede ayudar a entender a qué nivel habían llegado esas relaciones entre “combatientes”, y preguntarse si, por ejemplo, con la renuncia a su banca el senador Eleuterio Fernández Huidobro no estaba, de alguna forma, cumpliendo con respetar el “espíritu” de aquellas reuniones en las que militares y tupamaros se fundieron en algo más que un abrazo: en la intención de que la sociedad toda superara los enconos del pasado. Pero con mucho mayor apoyo popular detrás, dos gobiernos, el de Jorge Batlle y el de Tabaré Vázquez, fracasaron en el intento, y las heridas de los años del plomo siguen ardiendo.
Fernández Huidobro dijo este lunes que no renunció a su banca por el pacto con los militares sino porque discrepa con que el Frente Amplio anule la ley de Caducidad y no llame a un plebiscito. El senador, que fue uno de los que encabezó por el MLN aquellos contactos con los Tenientes, expresó que el documento publicado ayer por El Observador es “un invento” y forma parte de una campaña.
De hecho, los oficiales retirados que decidieron revelar la copia del texto, en ningún momento se preocuparon por ocultar sus intenciones. Están enojados con que el presidente José Mujica haya permitido –¿podía haberlo evitado?– que se anulara la ley de Caducidad.
Con Fernández Huidobro también están molestos; al fin y al cabo, si bien renunció a su banca, antes votó con la mayoría; pero quizá gracias a su renuncia y a sus declaraciones de las últimas horas, apelando a argumentos muy similares a los contenidos en el documento de 1998, Fernández Huidobro sigue contando con la simpatía de muchos retirados para quien es, y seguirá siendo, “el Ñato”.
Que había un documento emanado de aquellas reuniones entre ex guerrilleros y oficiales de la logia de orientación nacionalista lo informó el diario El País el 12 de abril. Ese día el coronel retirado José Carlos Araújo, integrantes del foro militar Libertad y Concordia, recordó aquel “compromiso entre ex combatientes”, y, según publicó el matutino, admitió que “se confeccionó un documento pero declinó revelar su contenido”. “Habíamos acordado que los desaparecidos habían caído en combate y que el tema se terminaba ahí”, dijo Araújo.
Araújo declinó hablar del asunto. Fuentes militares manifestaron que, tras sus declaraciones a El País, Araújo fue cuestionado por dar nombres, ya que mencionó que algunas de aquellas reuniones con Mujica se habían celebrado en la casa del mayor Walter Villanueva.
En los 13 días que pasaron desde que Araújo afirmó que existía un documento, nadie dijo nada al respecto. Cuando El Observador lo publicó , Fernández Huidobro negó conocer ese texto, y dijo que con los militares hablaron mucho pero que no escribieron nada.
Pero, quizá con un poco más de memoria, o respondiendo a otros intereses, el coronel retirado Carlos Silva, que en su momento lideró a los Tenientes, declaró ayer a canal 12: “Hay partes del documento que las reconozco, otras no”. O sea, confirmó que existió un documento. “Todos habíamos formado parte de lo que era la guerra fría. Entonces dijimos que íbamos a mirar para adelante, a dejarnos de jorobar y a trabajar en bien de la patria”, añadió.
En su momento, y en declaraciones realizadas a la revista Cien, el propio Silva había dicho que el pacto fracasó, entre otras razones, porque “hubo problemas con otras ramas de la izquierda, que yo identifico como pseudointelectuales, que siguieron adelante con todo este tema de los derechos humanos”.
Un tramo del documento publicado , y cuyo texto íntegro está disponible en el portal Observa, dice que una de las intenciones del pacto era “descubrir a las falsas izquierdas y falsas derechas que están buscando medrar con el encono eterno, y a los falsos intelectuales y falsos humanistas que haciéndole el juego al gran poder y a la elite política gobernante, asustan a la gente con los dos demonios (la guerrilla y los militares)”.
“Este punto nos lleva nuevamente a considerar la naturaleza ideológica de la guerra y qué criterio utilizar para diferenciar quiénes están involucrados y quiénes no. Hay situaciones que parecen claras en este caso, como que se puede hacer más daño al enemigo con una pluma que con un arma, o que quien oculta información acerca de quienes van a usar un arma contra los propios está tan involucrado como estos”, añadió el documento.
En la misma línea de ese documento que declara desconocer, pero en declaraciones a Brecha, Fernández Huidobro dijo que el golpe de Estado “fue más cívico que militar. Fue más responsable Végh Villegas que Gavazzo. A mí no me arreglás con mandar preso al sargento, al cabo, al oficialito y no al embajador de EEUU”.
Si el legislador considera que del bando “liberal” formaron parte de la guerra algunos que no tomaron las armas (como el ministro de Economía de la época), del bando marxista ¿es posible considerar de la misma forma que otros que no tomaron las armas, pero las tenían, como el Partido Comunista, también participaron de la guerra? Fernández Huidobro no ve de la misma forma al bando de la derecha que al de la izquierda, y dijo que una cosa eran los guerrilleros muertos en combate y otra cosa los desaparecidos muertos en tortura.
Si aquellos acuerdos se frustraron fue, entre otras razones, porque en el gobierno de la época no tenían eco, y en el Ejército el comandante en jefe era Fernán Amado, un viejo adversario de esta logia militar, que en 1992 le había puesto un micrófono en su despacho, provocando una crisis militar de proporciones. Pero si hubiese contado con la venia del sector militar, ¿los tupamaros habrían logrado que el “pacto” que intentaban con sus pares “combatientes” fuera aprobado por el bloque frenteamplista? La respuesta parece obvia.
Fecha: 26/04/2011
06:35
Montevideo, Uruguay

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