miércoles, 25 de julio de 2012

Uruguay: UN VIEJITO CALANDRACA Y SUS MANÍAS ASESINAS

SURda 19/7/12
Para ponerle la frutilla final, decorativa, y con pretensiones altisonantes al golpe de estado paraguayo, el Sr. Julio Marenales Sáenz (AUTO alias del “Picapedrero”) no encontró nada mejor ni más original que encontrar la solución de “fusilar” al Senado paraguayo por “cretinos”.
Marenales que nunca se propuso fusilar traidores dentro de filas  (a eso los acompañó y les prestó lo que le quedaba del prestigio de su nombre, para darles aval a todas las cretinadas que protagonizaron desde la “liberación” del 85) confunde el radicalismo de “boquilla” que le va quedando con la política.
Y de esa manera contribuye a la magistral jugada política de la burguesía dependiente uruguaya, que es justificar el golpe de estado paraguayo, como procedimiento “normal”, “constitucional”, santificado por la carta magna paraguaya.

Cualquiera que haya escuchado al Sr. Marenales en los tres o cuatro últimos “homenajes” a los caídos en Pando, habrá escuchado de la propia boca del personaje, el argumento que la guerrilla tupamara (la vieja) no era en realidad un movimiento guerrillero sino un movimiento político en armas
Solo que ahora la referencia a la palabra “política” le servía para justificar “las políticas” del elenco gubernamental.(Mujica) y limar los "aspectos más asquerosos" del sistema (Marenales) son parte de un tríptico.¿Y cómo pagaron aquella generosidad del pueblo manifestada en la consigna inmediata a la caída de la tiranía: “Liberar, liberar a los presos por luchar”?

Por consecuencia para Marenales había que sacar a la gente de comer en los tachos de la basura y limar los aspectos “más asquerosos” (sic) del sistema de capitalismo dependiente imperante en el Uruguay.
Más de una vez hemos insistido en que "refundación nacional"  (Eleuterio Fernández), el programa de "un plato más de guiso para mis negritos"

Hay una línea conductora que hilvana las palabras (con pretensiones de conceptos y hasta de paradigmas) con los hombres que las han pronunciado en diferentes momentos
Solo los aleteos finales de la tarea del desarme ideológico, material y político que han protagonizado desde el 85 en adelante, cuando la gente los liberó a todos ellos, por generosidad, de las duras prisiones en las que los habían sumido sus propios errores de conducción


La pagaron con el desprecio a esas mismas masas, su insistencia en el aparatismo suicida de siempre
Así cimentaron la desmovilización  popular que antes era movilización masiva y amenazaba al sistema, usando todo su prestigio de viejos luchadores en hacerlas entrar por el aro de la pasividad, la democracia representativa, las “purgas” internas sibilinas y a la sordina y el resto de las canalladas que acompañaron todo aquel proceso desde el 85 hasta ahora
Marenales tuvo una actuación destacada en todo esto: fue de los más firmes propugnadores de “la locura” de Raúl Sendic, fue de los que se callaron a cal y canto ante todas las persecuciones de compañeros, sus apartamientos, las “investigaciones” a las que fueron sujetos.

Nunca levantó la voz para decir rotundamente:
No, me opongo a todo esto, esto es una canallada
UN VIEJITO CALANDRACA Y SUS MANÍAS ASESINAS

SURda 19/7/12
Para ponerle la frutilla final, decorativa, y con pretensiones altisonantes al golpe de estado paraguayo, el Sr. Julio Marenales Sáenz (AUTO alias del “Picapedrero”) no encontró nada mejor ni más original que encontrar la solución de “fusilar” al Senado paraguayo por “cretinos”.
Marenales que nunca se propuso fusilar traidores dentro de filas (a eso los acompañó y les prestó lo que le quedaba del prestigio de su nombre, para darles aval a todas las cretinadas que protagonizaron desde la “liberación” del 85) confunde el radicalismo de “boquilla” que le va quedando con la política.
Y de esa manera contribuye a la magistral jugada política de la burguesía dependiente uruguaya, que es justificar el golpe de estado paraguayo, como procedimiento “normal”, “constitucional”, santificado por la carta magna paraguaya.
Cualquiera que haya escuchado al Sr. Marenales en los tres o cuatro últimos “homenajes” a los caídos en Pando, habrá escuchado de la propia boca del personaje, el argumento que la guerrilla tupamara (la vieja) no era en realidad un movimiento guerrillero, sino un movimiento político en armas.
Solo que ahora la referencia a la palabra “política” le servía para justificar “las políticas” del elenco gubernamental.
Por consecuencia para Marenales había que sacar a la gente de comer en los tachos de la basura y limar los aspectos “más asquerosos” (sic) del sistema de capitalismo dependiente imperante en el Uruguay.
Más de una vez hemos insistido en que “la refundación nacional” (Eleuterio Fernández), el programa de “un plato mas de guiso para mis negritos” (Mujica) y limar los “aspectos más asquerosos” del sistema (Marenales) son parte de un tríptico.
Hay una línea conductora que hilvana las palabras (con pretensiones de conceptos y hasta de paradigmas) con los hombres que las han pronunciado en diferentes momentos.
Son los aleteos finales de la tarea del desarme ideológico, material y político que han protagonizado desde el 85 en adelante, cuando la gente los liberó a todos ellos, por generosidad, de las duras prisiones en las que los habían sumido sus propios errores de conducción.
¿Y cómo pagaron aquella generosidad del pueblo manifestada en la consigna inmediata a la caída de la tiranía: “Liberar, liberar a los presos por luchar”?
La pagaron con el desprecio a esas mismas masas, su insistencia en el aparatismo suicida de siempre.
Así cimentaron la desmovilización popular que antes era movilización masiva y amenazaba al sistema, usando todo su prestigio de viejos luchadores en hacerlas entrar por el aro de la pasividad, la democracia representativa, las “purgas” internas sibilinas y a la sordina y el resto de las canalladas que acompañaron todo aquel proceso desde el 85 hasta ahora .
Marenales tuvo una actuación destacada en todo esto: fue de los más firmes propugnadores de “la locura” de Raúl Sendic, fue de los que se callaron a cal y canto ante todas las persecuciones de compañeros, sus apartamientos, las “investigaciones” a las que fueron sujetos.
Nunca levantó la voz para decir rotundamente:
No, me opongo a todo esto, esto es una canallada
Maneras Lluveras lo hizo y ahí está el ejemplo de su carta de renuncia a la organización que lo honra como antiguo dirigente y militante, pero Marenales calló. Dejó hacer, se conformó con el cargo de dirigente en un nuevo MLN apañado y al frente del cual lo pusieron para “atajar por la izquierda” militantes incautos y despistados, mientras los otros (Eleuterio y Mujica) montaban el aparatito del MPP, que se inclinaba francamente hacia el centro que era el paso previo necesario para seguir virando hacia la derecha actual.
De todas y cada una de esas fechorías, en todas y en cada una de ellas, Marenales dio su apoyo, calló, hizo concesiones y a lo más se permitía “contactos” personales y secretos con los “purgados”, perseguidos, difamados, con el intento de fingir un apartamiento “de la línea oficial” que estaba muy lejos de sentir (1)
Era todo “grupo”. Intentos de fingir posiciones “combativas” que hace tiempo ha abandonado.
Amagues de construirse una imagen de “critico”, “rebelde” que intentó forzar con una mala biografía que hizo de él Sergio Márquez Zacchino con “las conversaciones con Marenales” como “histórico” y, que condimenta de vez en cuando, con los contactos que mantiene con algunos confundidos que hacen de escribidores en “Brecha” donde se permitió la figura "del gigante idiota" referida a la otra parte del proyecto el MPP, en vías entonces de pasar a ser el actual M-Pepismo (2)
Debe señalarse que en parte, solo en parte, estos intentos han sido coronados de un relativo éxito.
Para eso es necesario el apoyo sin mengua de la prensa burguesa y de la televisión de los grupos principales de la burguesía.
Esos orientadores de la opinión pública en la época del consumo de noticias pasivos, parte del consumismo generalizado de la sociedad toda, no han perdido el rumbo  para ellos, estos son los tupamaros oficiales , a los cuales hay a la vez que mantener en el sitial y criticarlos cada vez que dan malos pasos.

Así se mantiene la ficción de la sociedad democacia representava Xdonde unos y otros se palmean las espaldas y se critican como algo “natural” a la vida democrática que pregonan. Marenales con sus barbaridades de ocasión le sirve a la burguesía para pretender erradicar de su cabeza sus excesos de radicalismo (fallutos, porque sabe que el anciano ni sus seguidores pueden concretar sus pueriles amenazas).

Vamos a mostrar todos estos sinsentidos de una manera más evidente aún.
Si el golpe de estado paraguayo, es el inicio en el Cono Sur, de lo que ya hemos padecido antes bajo el Plan Cóndor, si el golpe de estado paraguayo es una variable nueva de lo que ha acontecido en años recientes en Venezuela, en Honduras, en Ecuador, la cosa reviste una gravedad evidente que debería concitar la atención política del gobierno uruguayo, pero no para el programa de pegarle cuatro tiros a unos senadores corrompidos, herederos de la vieja dictadura de Stroessner.
En lugar de esas choteces, sería el momento ideal para que Marenales, el elenco que lo rodea y hasta la “cueva” sentimental en la que se cobijan, se dejaran de pavadas y pusieran manjaquear políticamente a esa dictadura novel os a la obra política.
En vez de prometer apretar gatillos, jaquear políticamente a esa dictadura novel con medidas efectivas de movilización popular
Le vamos a dar a Marenales una receta capaz de ser más efectiva que sus anunciados “fusilamientos”.giles, clientes y los demás avivados que los rodean.

Marenales debería haber movilizado su aparatito de la calle Tristán Narvaja y las huestes que allí pululan para lanzar la iniciativa -a su colega del m-Pepismo- de una manifestación de masas de repudio al golpe de estado paraguayo
.Para eso le bastaría movilizar la prensa y los semanarios de izquierda a través de una conferencia de prensa y un manifiesto.
Paso inicial de una campaña de apoyo a la resistencia paraguaya  que está en sus primeros pininos.Puntapié inicial y público a la vez, para un apoyo a la lucha denodada de ese mismo pueblo por una resistencia inteligente a los golpistas que no cierre los caminos a formas superiores de esta gran lucha radical-democrática
Todos los elementos para hacer la tarea están a disposición de Marenales y sus seguidores.

Sin embargo no lo concretaran nunca.
Hacerlo, haber concebido aunque más no sea la idea de llevarlo a cabo, liquida al MLN-Marenales.
No están para eso y todos ellos lo saben.
Están en cambio para las declaraciones insensatas que no son más que el reflejo de veleidades y aficiones de Marenales que nadie comparte en su grupo político.
Ni él mismo cree en lo que dice.
Esta ganado por el mismo vicio senil que caracteriza al Sr. Presidente, el hombre que una vez “anduvo de pistola al cinto”
Son bocamareadas. Engañapichangas 

Marenales el aparatista, jamás estará a la altura de concebir una lucha democrática, solidaria, movilizante. Esos esfuerzos están lejos de todas sus fantasías.
No saben cómo organizarlas, como orientarlas, cómo desarrollarlas y cómo fortalecerlas.
A lo más que llega es a las movilizaciones electorales que hacen otros, para hacer pie en el clientelismo, la pasividad y depositar poder en la burocracia propia y la m-Pepista que están fortalecidas desde el ejercicio del gobierno.
El difunto Raül Sendic, que tenía el olfato criollo bien desarrollado y seguía con atención los estados de ánimo de las clases populares (escuchaba las radios y leía los periódicos cada vez que podía como una calistenia mental absolutamente necesaria) sabía muy bien de todas esas debilidades de Marenales.
Por eso pudo soportar con altivez la calumnia que el trío lanzó contra él de que estaba loco.
Y cuando la calumnia llegó a un nivel público insostenible, cuando "La noche triste" , cuando rodeado de algunos fieles los enfrentó en la carpintería que estaba en los fondos de la vieja sede de Cebollatí tuvo para Marenales palabras lapidarias que deberían anotarse en su epitafio: "Julio Marenales Saenz, dijo Sendic-como no era nadie en el Partido Socialista, se hizo Tupamaro”
·(1)    Vamos a dar una primicia, porque estas cosas hay que documentarlas fehacientemente y por suerte está todavía con vida uno de sus principales testigos:
En ocasión de la muerte de Sendic, a cierto militante histórico, de la primera hora, al cual Marenales había permitido que se le investigara, se hizo presente en el entierro sin que nadie se animara a cuestionarle nada.

Hizo su despedida silenciosa ante la figura del hombre yacente (del cual había sido “fantasma” o sea custodio personal) y al retirarse lo alcanzó en la puerta el Sr. Bonomi que todavía no era ministro pero andaba en las vueltas.
Le trasmitió al militante por encargo del “viejo Marenales” que podía quedarse e integrar “la guardia de honor” que custodiaba el féretro.
El aludido no pudo evitar señalar que se le concedía el merito de ser custodio cuando todavía no estaban claras las “investigaciones” personales a las cuales estaba sometido y, con altivez, dignidad y vergüenza se retiró.
El episodio es bien elocuente de esa mezcla de la farsa con la comedia que caracteriza el  MLN-Marenales y todos los personajes que se reúnen y hacen teatro “militante” en la “cueva” de la calle Tristán Narvaja.
Es un “entrevero” entre formalidad con pretensiones que no repara en el ridículo de sus contradicciones evidentes y persiste en ellas sin mayores preocupaciones.Lo que debía de haber hecho ante la propuesta era arrestar inmediatamente a los desgraciados proponentes y aplicarles la medida que recomienda hacer ahora con los integrantes de un parlamento electo por el pueblo paraguayo

(2) En las “Conversaciones con Marenales” por ejemplo, tardó más de 34 años, para dar a conocer ciertos entretelones previos a las conversaciones del Florida en las que Marenales participó.

De acuerdo a las mismas “hizo llorar” al Sr. Eleuterio Fernández y su acompañante que era “el ruso Rosencof” que proponían “la rendición incondicional”.
Marenales dice que antes de rendirse incondicionalmente estaba dispuesto a sacrificarse personalmente.

Perdió la oportunidad de pasar a la historia haciendo tempranamente justicia con este par de verdaderos canallas que después han protagonizado tantos acontecimientos desgraciados. No reparó en que las “lágrimas” son lágrimas “de cocodrilo” cuando a los involucrados no les queda otro recurso para salir del paso.
.-(NdeR: las negritas son de la nota original, los subrayados y el color de TIRO)
SURda - postaporteñ@ 805 - 2012-07-21  





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